En estos tiempos de greenwashing y todo tipo de lavados de cara empresarial, la transparencia es una virtud que debemos celebrar con orgullo. La Economía Solidaria es, sin duda, un referente de ello, y por eso no tenemos que maquillar ni esconder resultados; #NosMostramosComoSomos.

Gracias a la herramienta de Auditoría y Balance Social, que llevamos una década impulsando, podemos evaluar el impacto de nuestras prácticas y la coherencia con nuestra Carta de Principios.

A partir de 47 preguntas y 53 indicadores relacionadas con los 6 principios de la Economía Solidaria, las empresas reflexionan sobre sus prácticas para conocer el impacto de su actividad en las personas y el planeta. Ese proceso participativo, además, permite a las entidades realizar un diagnóstico de su funcionamiento, para definir estrategias de mejora en los ámbitos social y ambiental que se derivan de su actividad económica, visibilizando el compromiso de estas organizaciones con la sostenibilidad y justicia social.

Esto supone una garantía para la ciudadanía consciente, las Administraciones Públicas y los agentes sociales y empresariales que pueden así ejercer la democracia económica con su consumo.