La Organización Internacional del Trabajo y UNICEF señalan en su último informe que 160 millones de niños y niñas trabajan en todo el mundo. De estos, algo más de la mitad tienen entre 5 y 11 años.
Por regiones, África es el continente donde hay un porcentaje mayor de menores trabajando. En todas las regiones, el trabajo infantil en zonas rurales es casi tres veces más frecuente que en zonas urbanas, un dato que resulta coherente si se tiene en cuenta que 7 de cada 10 niños/as que trabajan lo hacen en la agricultura.
No deberá permitirse al niño trabajar antes de una edad mínima adecuada; en ningún caso se le dedicará ni se le permitirá que se dedique a ocupación o empleo alguno que pueda perjudicar su salud o su educación, o impedir su desarrollo físico, mental o moral.
Principio 9. Declaración de los Derechos del Niño 1959 Naciones Unidas
El trabajo infantil supone una vulneración de los derechos de los niños y niñas que, además, provoca la violación de otros como son los derechos a la integridad física, a la salud, a la educación, al desarrollo de su personalidad o al tiempo de juego y ocio.
En este aspecto, las organizaciones de Comercio Justo alertamos de que detrás de muchos productos cotidianos como el café, el azúcar, el cacao o el algodón se esconden situaciones de trabajo infantil.
El Comercio Justo y la protección de los derechos de la infancia
El Comercio Justo establece como un principio fundamental la ausencia de explotación laboral infantil (principio número 5) y, por tanto, garantiza que ningún menor realice tareas que afecten a su desarrollo físico, mental, social o espiritual, interfieran en su educación, o se desarrollen en condiciones abusivas, peligrosas y nocivas que pongan en peligro su salud o integridad.
Por otro lado, el movimiento del Comercio Justo realiza campañas y se posiciona públicamente en la denuncia de la explotación laboral infantil.
De esta manera se garantiza el adecuado desarrollo de la infancia, que además de constituir un Derecho Humano fundamental, es un elemento clave para sentar las bases del desarrollo futuro de las comunidades y del país.
Además, muchas organizaciones de Comercio Justo desarrollan proyectos educativos dirigidos a la infancia y a la juventud.
Sobre el terreno: En India, una escuela para los hijos e hijas de las mujeres trabajadoras
En Bombay, en la cooperativa de textil de Comercio Justo Creative Handicrafts trabajan casi 300 mujeres. En periodos de mayor producción, se contrata a unas 400 personas más. Además de recibir un salario digno por su trabajo, contar con condiciones laborales adecuadas y seguras, formación y cumplir con todos los principios del Comercio Justo, la cooperativa ha desarrollado una escuela que cubre el periodo educativo desde los 6 meses hasta los 16 años. En un inicio se creó para los hijos e hijas de las trabajadoras aunque en la actualidad da servicio a otros niños y niñas de la zona.
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