El Acuerdo de la COP28 es insuficiente para hacer frente a la crisis climática y proteger a las comunidades de todo el mundo de sus consecuencias extremas. Denunciamos que el texto final sigue abriendo la puerta de par en par a falsas soluciones que tendrán impactos devastadores a todos los niveles y principalmente en el Sur global.
Con este acuerdo no sólo se quieren permitir, sino acelerar, las falsas soluciones como el hidrógeno, la energía nuclear, la captura y almacenamiento de carbono, o la mercantilización de la naturaleza, entre otras, y dejar la puerta abierta a la compensación de emisiones. Sin embargo, esto sólo fomenta mayor extractivismo y colonialismo, en todo el Sur global, es decir también en las comunidades vulnerables del Norte como ya se está evidenciando.
Mencionar los combustibles fósiles no significa un compromiso para su eliminación
Por primera vez se ha hecho una mención explícita a los combustibles fósiles, sin embargo no se habla de su eliminación. En este sentido, agradecemos el trabajo de la sociedad civil y en especial de las comunidades del Sur global que se han movilizado para evitar el desastre temido, gracias a lo cual finalmente se ha conseguido esta mención. Sin embargo, el texto carece de la contundencia necesaria al no hablar de eliminación, y aunque hace referencia al 1,5 del Acuerdo de París, el objetivo se queda en papel mojado con una simple “invitación amable” a aunar los esfuerzos globales, más aún después del informe de la brecha de emisiones con resultados demoledores.
Recalcamos, una vez más, que no mencionar de forma explícita el petróleo y el gas, significa que los petroestados eludan su responsabilidad, trasladándosela así a los países menos industrializados que sin una financiación suficiente para transitar hacia energías limpias no pueden abandonar el carbón.
La transición energética no puede ser justa si no se financia
Es necesaria una transición centrada en los derechos humanos, respaldada por fondos que provengan de subvenciones públicas y que no genere deuda.
Triplicar la capacidad mundial de energía renovable y duplicar la eficiencia energética para 2030 debe acompañarse de medidas reales de reducción de emisiones y financiación para las regiones más empobrecidas, así como salvaguardas que garanticen que las comunidades no se vean perjudicadas por esta ampliación. Sin embargo esto no se refleja en el acuerdo, mientras sí que se mantienen las subvenciones a los combustibles fósiles a través de un lenguaje ambiguo que prioriza las falsas soluciones.
Acuerdo débil en materia de equidad
El resultado del documento es injusto y poco equitativo, ya que no distingue de forma adecuada el papel de los países del Norte y del Sur en la transición hacia el abandono de los combustibles fósiles, a pesar de la responsabilidad histórica de los primeros en la crisis climática.
Regiones como Estados Unidos, Reino Unido y la Unión Europea son las principales responsables de esta crisis climática. Los mismos que no han proporcionado la financiación climática adecuada y necesaria para la reducción de emisiones, la adaptación y para las pérdidas y daños en los países no industrializados, ni en esta cumbre ni en las anteriores. Por este motivo no pueden culpar a otros países, ahora grandes potencias, como India o China, y diluir con ello su responsabilidad.
Fondo de Pérdidas y Daños por la Justicia climática
Desde Amigos de la Tierra celebramos la entrada en funcionamiento del fondo de Pérdidas y Daños, tras décadas de lucha incansable por parte de países y comunidades del Sur, sin embargo, alerta de las grandes dudas sobre su accesibilidad, dado que será albergado por el Banco Mundial.
Además, las promesas hechas en Dubai, están muy por debajo de las necesidades de financiación: sólo 700 millones de dólares, cuando, por ejemplo, se estima que las inundaciones de 2022 en Pakistán causaron daños entre 30.000 y 40.000 millones de dólares. Exigimos a España y a la UE que aumenten sus compromisos y que se responsabilicen con las comunidades más afectadas y las menos responsables de la crisis climática.
Estos fondos son adicionales al traspaso de financiación para adaptación y mitigación del Norte al Sur, cuyo nuevo objetivo será definido en la próxima COP29. En este sentido, exigimos que sea una cantidad mayor a los totalmente insuficientes 100.000 millones de dólares, y que provengan de financiación pública.
Los mercados de carbono siguen su curso sin un acuerdo
A pesar de las grandes presiones por parte de países como EEUU para sacarlos adelante, sin salvaguardas de derechos humanos, las conversaciones para hacer operativos los mercados mundiales de carbono todavía no han llegado a una conclusión. Señalamos que es necesario abandonar estos mercados que sirven de cortina de humo para seguir lanzando emisiones a la atmósfera y calentando el planeta.
Seguiremos denunciando junto a las comunidades del sur Global que estos mercados no son más que la continuación de un colonialismo disfrazado de verde, que producen cada vez más acaparamientos de tierras y violaciones de derechos humanos
De igual forma, exigimos al Gobierno de España que haga sus deberes y traduzca estas negociaciones en una mayor ambición estatal para poder llegar a 2040 sin combustibles fósiles, y acelerando la transición energética hacia energías limpias y descentralizadas, donde las personas y la naturaleza estén en el centro sin sucumbir a los intereses de las grandes empresas.
La justicia climática es imposible sin derechos humanos. No habrá justicia climática con tierras ocupadas y arrasadas, la sociedad civil lo ha dejado claro en esta COP28. Es necesario seguir alzando la voz frente al genocidio que está sufriendo Gaza,