Tenemos la oportunidad así como la responsabilidad de promover los cambios económicos, políticos y sociales necesarios para dar respuesta, de manera urgente, a las diversas crisis en que nos encontramos. Crisis como la ambiental, donde confluyen la emergencia climática con otras realidades como la pérdida de biodiversidad o la falta de recursos que pueden afectar a la viabilidad de la vida en el planeta, nos ponen en primer plano la necesidad de actuar. Se nos presenta así la oportunidad de promover una transición ecosocial justa que dé respuestas, así mismo, a urgencias sociales como el aumento de la desigualdad, la precariedad de los sectores crecientes de la población, la vulneración de derechos humanos básicos o la imposibilidad de acceder a una vida digna.

Esta afirmación que hacíamos el pasado 23J de cara a las elecciones generales del Estado español sigue siendo igualmente vigente de cara a las próximas elecciones europeas, donde se tomarán muchas de las decisiones que nos afectarán en nuestra vida cotidiana los próximos años, en un ciclo que, además, será clave. En este sentido, pedimos a las y los políticos de la UE que creen las condiciones sistémicas para poder generalizar estilos de vida diversos y sostenibles orientando el sistema económico hacia el cuidado de las personas y del planeta. Además, en el contexto actual, reivindicamos una economía de paz a través de la inversión en prevención de conflictos y la desinversión en la militarización de Europa. En este marco, ponemos en valor el potencial de la Economía Solidaria en clave de transición ecosocial y orientado a la transformación social que creemos debe de incorporarse en todas las políticas y planes europeos.

La influencia de la ESS a nivel mundial

Al adoptar la resolución “Promover la economía social y solidaria para el desarrollo sostenible” el 18 de abril de 2023, las Naciones Unidas (ONU) reafirma ron el papel esencial de la Economía Social y Solidaria, consolidando así la “Resolución sobre el trabajo decente y la Economía Social y Solidaria” adoptada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Además, como parte del plan de acción para la economía social presentado por la Comisión Europea en 2021, el Consejo de la Unión Europea ha adoptado una recomendación en 2023 sobre el establecimiento de condiciones marco para la economía social.

Este conjunto de actuaciones ha supuesto un punto de referencia sobre el que desarrollar un ecosistema internacional en favor de la Economía Social y Solidaria. En el Estado español, cabe destacar el reconocimiento de la Economía Social con la creación de un Ministerio de Trabajo y Economía Social (2020), el Plan Estratégico para la Recuperación y Transición Económica (PERTE) de los Cuidados y la Economía Social (2022), una Secretaría de Estado dedicada en exclusiva a este modelo empresarial (2023) y el esfuerzo por contar con una nueva Ley Integral de Economía Social (2023-2024).

Desde REAS Red de Redes acogemos positivamente las medidas 3 propuestas por CEPES, organización de la cual formamos parte, y que están a su vez alineadas con las presentadas por Social Economy Europe (SEE). En concreto, resaltamos las propuestas de renovación del Intergrupo de Economía Social del Parlamento Europeo y el nombramiento de un Comisario europeo responsable de Economía Social. Dentro de este marco, apoyamos las medidas propuestas por RIPESS, la red europea de la cual somos socias, en su contribución a la Recomendación del Consejo de la Unión Europea de 2023, sobre el desarrollo de las condiciones marco para la Economía Social, con el objetivo de reforzar el papel de la Economía Solidaria en las políticas públicas europeas:
• Los Estados miembros deben desarrollar marcos estratégicos y normativos ambiciosos que tengan en cuenta la diversidad de las iniciativas de Economía Social y Solidaria.
• Los Estados miembros deben desarrollar políticas públicas para los agentes de la ESS basadas en una financiación sostenible, operativa y en aso ciación, que vayan más allá de un enfoque basado en el beneficio y el acceso al mercado.

Por todo ello, compartimos una serie de medidas de políticas públicas para una Europa más solidaria, feminista y ecológica que nos muestran el camino para este cambio que reclamamos a través de políticas de inclusión y cohesión social, que promuevan la sostenibilidad de la vida y que estén al servicio de las personas y el bien común.

Invitamos al movimiento de la Economía Solidaria a difundir estas medidas y actuar y movilizarse en consecuencia con nuestra Carta de principios,