REAS Navarra tiene grabada la colaboración y las personas en su ADN. Se trata de la Red de Economía Alternativa y Solidaria, una red de empresas, asociaciones y personas que apuestan por el modelo de la Economía Solidaria. “Con esto queremos decir que la economía, en su quehacer diario, debe estar en coherencia con unos principios éticos, sociales y medioambientales. Lo que vendría a ser poner a las personas y a la naturaleza, frente al enriquecimiento, en el centro de la actividad económica. El beneficio, debe reinvertirse en la empresa y en la mejora de las condiciones sociales”, señalan desde esta entidad.

¿Qué tipo de empresas conforman vuestra red? ¿son asociaciones?
Nuestra red es bastante diversa, entre nuestras socias hay desde colectivos sociales, hasta empresas que se dedican a diferentes sectores como la producción ecológica, la construcción, el diseño gráfico, el turismo rural, las finanzas, la tecnología… por citar algunos. Nuestra red se relaciona a su vez con las REAS de otros territorios, tejiendo esa red, que en el Estado llega a casi 1.000 empresas vinculadas a la Economía Solidaria.

¿Cuál es vuestra labor como red?
Unir el esfuerzo colectivo de todas nuestras entidades socias para el impulso de este modelo económico. Hacemos sensibilización de nuestra visión de la economía mostrando nuestros principios y haciendo ver que tener principios sociales y éticos no está peleado con sacar un negocio adelante. Las propias entidades nos demuestran día a día su compromiso con estos valores sacando adelante iniciativas rentables y sostenibles.
Otra de las líneas de trabajo es la incidencia política. Creemos que para que se produzca un verdadero cambio de modelo, la legislación tiene que propiciarlo o al menos no impedirlo. Hay leyes y formas de hacer en la administración pública que no ponen las cosas fáciles a las empresas que apuestan por unos valores sociales. Por ejemplo, si en las contrataciones sólo miras el precio, sin ir más allá, ya estás decidiendo qué tipo de empresas estás promocionando.

¿Y también hacéis actividades conjuntas?
Sí, otra de las líneas es la creación de herramientas conjuntas como podrían ser ferias y espacios de mercado social, donde visibilizar y posibilitar el intercambio comercial siguiendo estos criterios. También el impulso de iniciativas como las finanzas éticas, los seguros éticos o la auditoría social. La auditoría social es un sistema que tenemos de evaluación de las entidades bajo la perspectiva de los principios de la economía solidaria. Así, no sólo se evalúan los aspectos económicos, sino también los sociales y ambientales de las organizaciones. Como decimos, es la forma que tenemos de “enseñar el corazón”.

¿Cómo se encuentra el contexto de las entidades de economía social y en particular la alternativa y solidaria en Navarra?
Vemos que la situación actual viene a demostrarnos que no íbamos tan desencaminados y que es importante apostar por una economía más centrada en las personas, en lo local, en lo diverso. De esta manera podemos afrontar los retos que se nos están presentando, ser más resilientes. El impulso que las Naciones Unidas han hecho con los Objetivos de Desarrollo sostenible y que todas las administraciones están implantando van en esta línea. En hacer una economía que contribuya a luchar contra la pobreza y las desigualdades, que en su gestión tenga en cuenta el uso sostenible de los recursos naturales, por lo cooperativo y colaborativo. Cada vez la ciudadanía se da cuenta de que esto es necesario y lo valora. Aunque hay empresas que lo hacen por lavado de cara, hay otras que sí que se lo toman en serio. Por estas últimas es por las que queremos apostar.